Si estamos realmente comprometidos con nuestro trabajo relacionado con la música, y si nuestra vocación personal nos ha llevado a elegir la profesión de profesor de piano, se nos impone como imperativo moral el preguntarnos cómo podemos llegar a ser un profesor de piano excelente, si es que aún no lo somos. Porque la excelencia, en toda actividad humana, implica que en cada uno de nuestros actos y nuestras obras, en cada pequeña o gran cosa que realizamos cotidianamente, aparezca y se plasme la mejor versión de nosotros mismos. Es decir, ser excelente implica que nuestro potencial no se quede en la mera posibilidad sino que pase siempre al acto para teñir de una luz cristalina y luminosa el mundo que habitamos.
Curso de Afinación Profesional de Pianos
Nuestro Curso de Afinación Profesional de Pianos 100% a distancia ayuda a pianistas y profesores de piano a aprender a afinar su propio piano y, si lo desean, a desarrollar una rentable carrera como Afinador Profesional de Pianos.
Un profesor de piano excelente…
…debe tener su piano perfectamente
afinado, TODO el tiempo!
Es claro que en el mundo domina la mediocridad, pero no debemos considerar dicha aseveración de un modo despectivo o peyorativo hacia las personas, sino que debemos entenderla como un modo de indicar que gran parte del potencial y de las posibilidades de grandeza de las personas duerme adentro de ellas, y no logra llegar al acto para plasmarse en el mundo. El mediocre no es alguien que está fallado o que tiene una anormalidad irrecuperable que lo condena, sino que es alguien que ha decidido renunciar a la excelencia teniendo todas las posibilidades de su lado para alcanzarla, es decir, es alguien que ha decidido no brindar la mejor versión de sí mismo en cada cosa que hace. Por ende, la mediocridad es un hábito donde la persona, en vez de dar lo mejor de sí a cada momento, da lo peor, su versión más pobre.
Por supuesto, como director de la Escuela de Tecnología Pianística de Buenos Aires, donde enseñamos a afinar pianos mediante cursos a distancia y presenciales, solamente puedo aconsejar a los profesores de piano en cómo ser excelentes únicamente desde el punto de vista de mi especialidad, es decir, desde el punto de vista de cómo debe ser la afinación y estado del piano de un profesor excelente. Pero primero veamos cuál es el estado del piano en cuanto a su afinación de un profesor mediocre, es decir, de la mayoría de los profesores.
El profesor mediocre
En primer lugar, el piano de este tipo de profesores se encuentra inaceptablemente desafinado, por no decir que también puede llegar a estar caído de tono, en poco o en mucho. El profesor mediocre, quien es paradigma de poseer una enfermedad que en el pasado hemos denominado “desafinitis”, considera que es apto para enseñar música un piano desafinado o caído de tono. Sin inmutarse ante los sonidos aberrantes que emanan de su piano, y sin que le importe en lo más mínimo el perjuicio que provoca en la memoria tonal y en la delicada formación auditiva de sus alumnos, este tipo de profesores imparte clases en pianos no aptos como si nada anormal sucediera. Y considerar normal lo anormal, como sucede en ellos, es una grave enfermedad.
Diversas investigaciones han comprobado que la formación auditiva de los alumnos de música, es decir, su capacidad para reconocer tonalidades y para desarrollar su sensibilidad musical y su oído absoluto, se encuentra en íntima relación con el estado de la afinación de los pianos con los que ha aprendido. Quienes han aprendido música en pianos de profesores, o en pianos propios, que se encontraban desafinados o caídos de tono, han generado un perjuicio notable a su formación musical. Por tal motivo, si eres alumno de piano de un profesor que tiene su piano desafinado, huye inmediatamente de allí y busca un profesor mejor, que esté a la altura de las circunstancias excelentes que tú te mereces.
Según mis propias investigaciones al respecto de la periodicidad ideal en la afinación del piano, esbozadas en el libro de mi autoría “Afinación de pianos – Un ensayo filosófico-musical”, he llegado a la conclusión de que los pianos, para mantener su nivel de excelencia musical, deben afinarse, al menos, una vez por mes. Si cualquier otro instrumentista afina su instrumento varias veces al día, y un piano de conciertos se afina entre funciones del mismo día, ¿por qué, entonces, los profesores de piano afinan su instrumento, en el mejor de los casos, cada 6 o 12 meses? Ni que hablar de los que lo afinan cada varios años, que no son pocos.
Una interesante reflexión
El profesor mediocre, que siempre tiene una justificación para renunciar a su excelencia, responderá: “¡Los afinadores de piano cobran muy caro!” Y eso es cierto, pero para solucionar ese problema es que nosotros, desde nuestra escuela, insistimos en que los profesores de piano, pianistas y usuarios de piano en general, deben aprender a afinar su propio piano. La alternativa es sencilla para solucionar este problema: o se le paga a un afinador cada mes o aprende uno mismo a afinar el piano. Aprender uno mismo es la mejor alternativa, nos parece, porque además abre las puertas a una rentable actividad laboral ideal para pianistas y músicos. Por supuesto, la persona que se decida a aprender a afinar pianos tendrá que invertir tiempo y dinero para lograrlo pero: ¿No es esa una de las características esenciales de las personas excelentes? Como ha dicho el legendario director de Harvard Derek Bok: “¿Crees que la educación es cara? ¡Deberías probar con la ignorancia!” Es decir, las personas excelentes nunca se ponen excusas para no invertir en su propia formación personal. Siempre están buscando ser mejores.
«¿Crees que la educación es cara?
Deberías probar con la ignorancia!»
Derek Bok, Director de Harvard
Por ende, sin excusas, un profesor de piano excelente debe tener su piano en un estado ideal de afinación todo el tiempo. ¿Eres uno de ellos? Espero que sí. Si no lo eres, puedes aprender a afinar tu piano con nosotros. A eso nos dedicamos.