Los invitados ya se han ido, hasta las personas que vivían en la casa decidieron partir; se apagaron las luces, pero el piano aún suena. A lo lejos se puede escuchar la tonada, y de pronto, silencio. Y es en ese momento que llega Romain Thiery, luego de unos segundos, lo único que se escucha es el sonido de la cámara y se puede ver la luz del flash.
De eso se trata Requiem pour Pianos, una serie fotográfica que ya se ha convertido en un libro, del fotógrafo francés Romain Thiery. Sus fotografías unen sus dos pasiones, el arte y el piano. De acuerdo con el mismo artista, se trata de un tributo hacia este instrumento musical.
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El comienzo de todo
Desde el 2014, al sur de Francia, el fotógrafo Romain Thiery, ha estado fotografiando pianos olvidados. Su pasión por el piano y por la fotografía fue razón suficiente para empezar con este proyecto que ya tiene más de 4 años, desde que tomó la primera fotografía.
Este fotógrafo francés, con más de 16.000 seguidores en Instagram, transporta a las personas hacia las melodías congeladas por el tiempo y el polvo de los pianos olvidados que se encuentran en los castillos o villas en donde suele tomar sus fotografías. Requiem pour pianos, es el nombre de su serie, la cual ha captado la mirada de miles de amantes de la música y del arte en general.
– Sublime, ensordecedor, tristeza, vacío – es lo que se suele leer en los comentarios de sus redes sociales, y es que no es para menos; la forma en cómo Thiery capta con su lente estos instrumentos va más allá de cualquier otro sentimiento.
Sobrevivientes al tiempo
Thiery recuerda que cuando comenzó a fotografiar pianos abandonados, se dio cuenta que «pocas cosas habían resistido el ataque del tiempo y de los saqueadores, exceptuando aquel precioso instrumento. Impresionante y a la vez incongruente, allí estaba. En un lugar donde la gracia, el lujo y la nobleza había reinado»
Sin embargo, ¿Qué es exactamente lo que este fotógrafo francés busca demostrar con estas fotografías? Según con el mismo Romain «mis fotografías pretenden mostrar esa arrogante belleza, que relega cualquier que no sea el piano al fondo de la imagen».
Esa belleza que era reconocida hace siglos atrás, cuando el dinero era sinónimo de elegancia; pero estas fotografías demuestran completamente lo contrario. Y es cuando diferentes interrogantes comienzan a surgir, ¿Qué pudo haber pasado en esos hermosos lugares para que las personas huyeran y dejaran atrás a uno de los instrumentos más hermosos que jamás se hayan inventado? ¿Estaban así antes de haber sido abandonados? ¿Por qué no volvieron por ellos?
Viajando por el mundo de los pianos
Romain Thiery ha visitado al menos 10 países, entre ellos, Francia, España, Italia, Bélgica, Alemania, Polonia, República Checa, Ucrania, Bulgaria y Rumania, para buscar esas hermosas locaciones en donde se encuentran aquellos pianos abandonados.
El artista, explicó en una entrevista para My Modern Met que su forma de captar estas maravillosas imágenes “es explorar edificios con pianos abandonados y a menudo rotos en su interior y documentarlos”.
Su travesía comenzó en Francia, y gracias a su éxito ha logrado viajar a varios países haciendo lo que más ama. Se ha encontrado con diferentes escenarios, algunos más tristes que otros, pero todos al final han dejado una huella imborrable en la memoria del artista.
Pero, ¿por qué pianos?
“A todos les gusta un piano, aunque no sepan tocarlo” reveló Thiery para una entrevista para Verne; «creo que la gente no sabe que se pueden encontrar instrumentos como esos en edificios abandonados. Hay que decir que los instrumentos musicales siempre nos parecen bonitos. Aunque estén dañados, nos sentimos atraídos por ellos»,
Los pianos son instrumentos u objetos valiosos que se supone que las personas no dejan que se dañen o que se desgasten con el tiempo; no es secreto para nadie que estos instrumentos son costosos y requieren de constante mantenimiento; es por eso que Thiery, cuando se encontró con este escenario, en donde los pianos simplemente estaban en decadencia; pudo ver la dualidad de la realidad.
No muchas personas pueden decir que han visto un piano abandonado; y con seguridad, aquellas que han visto esta escena, pueden entender lo que significan estas fotografías. Algo hermoso, que desaparece por culpa del tiempo y el descuido de las personas, es tan doloroso de ver; lo mismo ocurre con el ocaso de una vida; en cierto punto es hermoso, sin embargo, el vacío y sentimiento de desavenencia es inevitable.
Muchos expertos consideran que estas fotografías tienen una gran relación con la vida misma; y Thiery ha conseguido demostrar a través de ellas lo que sucede exactamente cuando se llega al último peldaño. Pero más allá de buscar o de interpretar a profundidad el significado de las fotografías; el propio fotógrafo prefiere que el ojo se concentre en los pianos.
La historia no está completa sin el lugar que rodea a los pianos
Así como lo describe el fotógrafo, una arrogante belleza es lo que rodea a los pianos, protagonistas de esta serie. Los lugares que fueron bellos en sus épocas, castillos, teatros, villas, palacios, están en la ruina total, pero ayudan a contar la historia.
Este afán del fotógrafo por los lugares abandonados es gracias a su madre. Originario de Périgord, una ciudad al sureste de Francia, Thiery recuerda que su madre solía tener un hobbie muy poco común, descubrir lugares abandonados. Es por eso que esta serie está intrínsecamente arraigada a su corazón. De acuerdo con el artista, quiere seguir la huella que han dejado esos lugares olvidados, pero que aún está visible.
Desde las cortinas rasgadas, las alfombras manchadas de humedad, el papel tapiz caído, invita al ojo curioso a preguntarse, ¿Cómo es posible que un piano, un instrumento tan impetuoso, termine corroído por el tiempo y la tempestad de ese lugar?
Pero, aunque este es el escenario que Thiery ha visto desde hace años, aún persiste la pregunta ¿por qué abandonaron los pianos? Pareciera que la belleza no perpetua se estuviese riendo de este instrumento, tratando de hacernos entender que no importan quién eres hoy, al final, todo caerá.
Thiery ha sido el encargado de revelar al mundo estos mágicos y corroídos lugares; los cuales pueden pasar inadvertidos por el ojo común si no fuese por el francés. ¿Quién se hubiera imaginado que detrás de una colina hay una casa vacía y en el medio de la sala de esa casa hay un piano, que alguna vez fue el centro de diversión de una familia?
2017, Chernóbil
Uno de los lugares que tuvo un mayor impacto en Thiery fue cuando en mayo de 2017 tuvo la oportunidad de fotografiar algunos lugares de Chernóbil. Aquella ciudad de Ucrania en donde hace más de 32 años se suscitó un accidente nuclear obligando a desalojar a los sobreviviente dejando todo atrás por peligro a la radioactividad.
El pueblo quedó sumergido en un letargo fantasmal sin esperanzas de recuperarse; ya que los altos niveles de radiación aún se evidencian en esta zona. Para entrar, se necesita un permiso especial, un traje protector y mucha valentía. Romain Thiery no dudó en hacerlo.
Visitó algunos lugares, entre ellos, escuelas, casas abandonadas, negocios locales y el teatro; se encontró con la misma escena, sin embargo, se puede observar por las fotos, que este abandono fue obligado.
Los pianos corroídos por los 32 años de tragedia, yacen ahí, inmóviles; unos más destruidos que otros, teclas desgastadas, cuerdas casi hechas polvo, madera podrida y húmeda, son en definitiva uno de los escenarios más impactantes de observar.
“La serie es un proyecto que está muy cerca de mi corazón. Al principio la gente siempre se pregunta si son pinturas o fotografías. Intento hacer que el ambiente sea muy tranquilo y que las texturas y la luz sean lo más naturales posible. La gente me dice que se sienten inmersos como si aún pudieran escuchar algunas notas de la música. A menudo me preguntan por qué el piano, pues es que este instrumento ha estado conmigo desde que era muy joven; y como profesor de piano, es una parte integral de mi vida actual”.
El amante de los pianos
Romain tenía 5 años cuando comenzó a tocar piano, y desde entonces, su pasión lo llevó a convertirse en un profesor de este instrumento. Estudió música hasta los 20 años, y luego encontró otra pasión, la fotografía. Gracias a esta, pudo mantenerse durante muchos años y se convirtió en su fuente principal de ingresos. Sin embargo, algo faltaba, las tonadas alejadas del piano lo llamaban nuevamente, y fue en ese momento cuando ocurrió algo fantástico.
«Para mí, el piano es más que una pasión: es ese instrumento que te reconforta con su elegancia natural. Aunque esté cubierto de polvo, nunca deja de imponer respeto. Esa grandeza enraíza con nuestra cultura», Romain Thiery para Verne.
Una idea. Fotografiar pianos, pero no cualquier piano, sino aquellos pianos que fueron olvidados. Esta es la primera imagen de la serie Requiem pour pianos, que tomó en un castillo en el suroeste de Francia.
«Desde ese día, los lugares que busco tienen que ser un cruce de caminos de mis dos mundos artísticos, el piano y la fotografía. Soy una persona muy apasionada. Cuando encuentro un piano abandonado me invaden las emociones», reveló a Verne.
Desde que comenzó con su travesía en 2014, ha logrado fotografiar hasta la fecha al menos unos 50 pianos. Al principio comenzó localmente; visitó algunos lugares en Francia y logró tomar algunas fotografías; pero quería expandirse por toda Europa, y no fue fácil. Thiery reveló que “primero utilizo Google Earth para dar con lugares abandonados. Centro mi investigación en castillos y palacios antiguos, que son los lugares en los que las familias solían tener pianos. También reviso fotos antiguas».
¿Cómo encuentra a los pianos?
Esta investigación le puede llevar tiempo, pero ya tiene más de 4 años fotografiando pianos, y este año logró publicar su primer libro dedicado a ellos. Sus fotografías han sido exhibidas en Francia, y gracias a su nuevo libro, miles de personas podrán verlas desde la comodidad de sus casas.
Desde hace meses, el nombre de Romain Thiery ha sido buscado millones de veces en los principales buscadores de Internet; tal vez sea para mirar aquellas hermosas fotografías, o tal vez por curiosidad.
No existe un secreto para el éxito de este fotógrafo, solo una muy buena fórmula, que demuestra nuevamente que la música forma parte importante de la vida de las personas. Sin querer, cuando se ven estas fotografías, uno se sumerge en el pleno sentimiento de abandono y tristeza de estos pianos abandonados. Es por eso, que expertos en fotografía han dado su visto bueno a Thiery ya que ha logrado captar sublimemente la decadencia de los espacios y en especial la de los pianos.
Por un precio de más de US$550.00 dólares puedes obtener una de estas fotografías. Nada caro para un verdadero amante del arte y en especial de la música.
