Chico de 16 años construyó el piano más grande del mundo

La historia de Adrian Mann contada por él mismo

Hola, mi nombre es Adrian Mann. Desde que nací me gustaba mucho hacer cosas con mis manos. Según mi familia, yo jugaba mucho a las bolitas, agarraba un ovillo de lana de mi mama y lo usaba para atar toda la habitación con ella para que no se puedan abrir las puertas, o tiraba las cosas en pedacitos y luego las volvía a juntar. Era muy joven como para acordarme. La música para mí era algo en lo que no estaba muy interesado cuando era chico. Estaba muy ocupado creando cosas.

Tuve una infancia llena de descubrimientos dado que me gustaba mucho construir cosas. Siempre estaba solo yo y mis cosas cuando salía a jugar. Tenía una casa en un árbol con un teléfono, agua corriente, electricidad, y también un ascensor el cual iba a lo largo de un túnel por debajo de la tierra, y también un pequeño transmisor FM que lo utilizaba como una estación de radio. Fue totalmente por accidente que descubrí la música. A los 10 años, un amigo mío me presto un pequeño teclado para poder tocarlo. Fue algo fantástico y así descubrí una nueva forma para expresarme y ser creativo. Era algo con lo que podía crear y tocar canciones. La libertad que sentía era ilimitada.

El creador del piano más grande: Adrian Mann

Después del largo tiempo en que duró el préstamo del teclado, mis amigos me trajeron un pequeño órgano de la iglesia, entonces lo que hice fue intercambiar el pequeño teclado por el gran órgano y así tuve diversión por un tiempo más. En ese momento yo había descubierto un viejo piano en el colegio el cual a veces lo tocaba durante el almuerzo.

Luego llegó a casa nuestro piano. Un Goddard vertical en muy buenas condiciones, comprado por mi abuelo Barrie a tan solo $50. Anteriormente, el piano había pertenecido a un profesor de piano en Christchurch.

El afinador de pianos llegó, abrió el piano y lo afinó dos veces. Nunca antes había visto un piano por dentro y ver eso me fascinó. Noté que podía escuchar como las cuerdas se ponían en tono. Cuando el afinador de pianos se fue y mi mamá no estaba, abrí el piano para estudiar cuales eran las piezas que iban dentro de él y repetí esto varias veces. Pero luego de un tiempo el piano comenzó a sonar mal, entonces contacté al afinador para preguntarle dónde se colocaba y cómo se utilizaba esa «llave para afinar pianos» que se usa para girar las clavijas. No esperaba recibir la mala reacción que obtuve! El afinador no quería decirme nada.

Sin importarme esa frustración, fui al piano con una herramienta casera para poner de nuevo las cuerdas en tono. En ese momento tenía tan solo 12 años. Lo encontré difícil y me pareció que utilizando la herramienta correcta iba a ser mucho mejor y más fácil. No tenía idea de dónde conseguir una, entonces hice una herramienta con una llave Allen de 12 mm que tenía un pequeño cuadrado en la punta, y que encajaba perfecto en la clavija. Este sistema funcionó mucho más fácil que la otra herramienta y salvó de que las clavijas se dañaran.

El piano creado por Adrian Mann tiene 5,7 metros de largo

Yo era capaz de afinar octavas y unísonos fácilmente pero no sabía nada de afinación del temperamento. Para ello utilicé la escala del órgano para copiar el temperamento. Empecé a dar clases de piano y fui descubriendo cada vez más pianos, y me di cuenta de que cada uno era muy distinto por dentro del otro. Todos los pianos tenían cuerdas bordonas en la zona de los bajos pero noté una zona del piano donde las cuerdas bordonas comenzaban a diferenciarse y a sonar diferente. Los pianos más grandes tenían las cuerdas bordonas empezando desde la zona más grave de la escala. Luego descubrí el piano de mi profesor, un «Grotrian Steinweg«, el cual tenía unos graves asombrosos. Noté que las cuerdas bordonas pueden llegar a entorpecer el sonido si son cortas, y entonces entendí que los grandes pianos suenan mejor (generalmente) y tienen cuerdas bordonas más largas. Pero había una gran diferencia de calidad sonora entre la última nota sin cobre y la primera bordona. Yo ya sabía por qué tenían cobre enrollado, por lo cual, la pregunta que me hacía en esos momentos era qué tan largas podrían ser las cuerdas planas. Quería hacer un piano que no tuviera cuerdas bordonas.

Le pregunté a mi profesora de piano todo tipo de extrañas e incontestables preguntas. Una fue que tan larga puede ser una cuerda plana. Su respuesta fue que puede ser muy larga, tanto que no se acabara jamás. Su respuesta no era tan completa y precisa como yo esperaba ya que era el final de un día agotador para ella, y yo la cansaba con mis preguntas. Hice un experimento con una pieza larga de cuerda de un piano y descubrí que su longitud era enorme. Tenía algo más de 7 metros de largo y producía un extraño pero increíble sonido. En ese momento fue cuando quise construir yo mismo un piano que tuviese cuerdas muy largas que produjera un sonido muy especial, y que ninguna de sus cuerdas tuviera cobre enrollado, es decir, el piano no tendría cuerdas bordonas.

En ese entonces, tenía 15 años.

La construcción del piano Alexander

La construcción del piano Alexander comenzó en la reserva Pareora, en la casa de la Sra. Pierce, quien me ofreció su garaje como lugar de trabajo. Tenía 16 años y mi idea era hacer un pequeño clavicordio. Un clavicordio es un teclado pequeño, es un tipo de instrumento que fue inventado en la década de los cuarenta con un muy bajo volúmen de sonido. La Sra. Pierce alentaba mucho mis ideas y amaba ver creatividad por donde sea posible. El garaje en el cual trabajaba era bastante grande, tan grande que era posible construir un piano suficientemente grande que no tenga cuerdas bordonas. Había tenido la idea de hacer un piano grande un año antes, y cuando vi el espacio que tenía disponible mi idea de hacer un clavicordio rápidamente cambió y, con el estímulo de la Sra. Pierce, el 24 de Octubre de 2005 comencé a construir el piano mas grande que jamás se haya construido.

El garaje en el cual trabajaba era bastante grande, tan grande que era posible construir un piano suficientemente grande que no tenga cuerdas bordonas.

Tenía muy poco conocimiento de como hacer un piano, entonces fui empezando de a partes. Todo lo que necesitaba saber estaba justo ahí, en frente de mi, en el piano, por lo menos esa era mi forma de pensar. La Sra. Pierce me dio algunas maderas para que empezara y llegué muy lejos con eso. Luego pequeñas cantidades de madera y herramientas comenzaron a llegar provenientes de vecinos, familiares y amigos. Progresaba mas rápido cuando las personas donaban mas. El mueble y las patas del piano fueron construidas en el garaje durante ese año.

Acepté una oferta de mis vecinos, la familia Evans, de trasladar el piano a su gran cobertizo, en su granja, donde tenían un taller en el cual trabajaban con metales y donde tenía la posibilidad de empezar un taller de carpintería. Movimos el piano en Agosto del 2006. Me mantuve en el proyecto incluso frente a muchas dificultades, pero lentamente el piano fue resultando. Cuando empezaron a aparecer los medios, las cosas cambiaron y las ofertas para donar cada vez se hacían mas grandes. Todas las partes del piano fueron pagadas o donadas por compañías o personas entusiasmadas de la sociedad. No puedo poner en palabras lo mucho que aprecié su ayuda.

Este proyecto no hubiese sido posible sin los críticos, quienes daban su opinión de que esto era algo imposible. Esto fue comprensible porque yo:

• Era muy joven.
• No tenía ninguna experiencia.
• Estaba construyendo un instrumento muy complejo.
• Intenté construir un piano con nuevas ideas que no se habían intentado anteriormente.

El Alexander se completó el 4 de Abril del 2009, cuatro años después de que comencé su construcción. El concierto de inauguración se llevó a cabo en esa fecha y mis seguidores y amigos fueron invitados a escuchar el piano por primera vez.

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