¿Un piano que se afina a sí mismo?
El paso del tiempo trae consigo cambios e innovaciones en todos los ámbitos. Esta vez le tocó al mundo de la música, más exactamente a los pianos. Afinar un piano puede ser una tarea ardua y difícil, en comparación a otros instrumentos musicales como la guitarra, los cuales pueden ser afinados por una persona normal con un poco de instrucción previa. Desafortunadamente, este no es el caso de los pianos, donde un pianista puede necesitar en muchas ocasiones el oído bien entrenado de un verdadero profesional. Vemos sin duda aquí un verdadero problema pero la solución ya está llegando.
Curso de Afinación Profesional de Pianos
Nuestro Curso de Afinación Profesional de Pianos 100% a distancia ayuda a pianistas y profesores de piano a aprender a afinar su propio piano y, si lo desean, a desarrollar una rentable carrera como Afinador Profesional de Pianos.
La solución al problema
La solución a este problema es un sistema que permite a un piano “afinarse a sí mismo”. ¿Simple y práctico, cierto? Poder afinar tu piano al simplemente presionar un botón sería un sueño hecho realidad y es esto lo que el ingeniero mecánico y pianista Don A. Gilmore quiere lograr. Si bien la idea y los prototipos ya existen, el sistema como tal aún no. Pero se espera que pronto Gilmore pueda conseguir la ayuda de inversores para hacer de su invento de una realidad comercial accesible para todos. Mientras esperamos la llegada del sistema completo y 100% funcional, podemos sumergirnos dentro de la historia y desarrollo de los prototipos de Gilmore.
La historia del proyecto
1. Orígenes
Al principio Gilmore pretendía hacer que el sistema de afinación automática fuera mecánico, y empezó a desarrollar esta idea desde 1993. Pero poco después, esta primera fase del sistema se vio opacada por un nuevo planteamiento más inteligente y práctico, que era la afinación del piano por medio de cambios de temperatura: se trataba de un sistema de afinación térmico.
¿Cómo se le ocurrió tal cosa a Gilmore? Pues siempre hay una agradable historia detrás de tan curiosos hechos, y esta no es la excepción:
Una noche como cualquier otra, Don A. Gilmore se encontraba en su hogar en Kansas City, sentado en el sofá viendo una repetición de “Cheers”, cuando súbitamente un esquivo pensamiento empezó a circundar su mente. Al percatarse, Gilmore puso toda su concentración en la persecución del escurridizo pensamiento, corrió tras de él y luego de una ardua persecución, pudo atraparlo. Ya en sus manos, en su absoluto poder, lo observó y en ese preciso instante supo que las puertas para una nueva invención se habían abierto de par en par.
El pensamiento se volvió en idea, y ésta a su vez se develó y resumió en una simple interrogante: “¿Puede la corriente pasada a través de las cuerdas cambiar su frecuencia?”. Preso de la euforia del momento, Gilmore se dirigió rápidamente hacia su pila de instrumentos, buscó en ella hasta encontrar su guitarra de cuerdas de metal, la tomó y con ello empezó el momento de la experimentación. Enganchó una cuerda a las pinzas de cocodrilo de una fuente de alimentación variable de escritorio y descubrió que efectivamente podía cambiar la afinación de la cuerda al aplicar uno o dos voltios. Satisfecho con su descubrimiento, pensó luego que, si funcionó con una guitarra, podría hacer lo mismo con un piano. Es así como nació para Gilmore este nuevo enfoque para el sistema de auto afinación para pianos. Ahora tenemos una noción clara sobre los orígenes, ahora veamos una breve pero ilustrativa parte del desarrollo del invento a través de los años.
2. Desarrollo de la idea
Los primeros en licenciar la tecnología desarrollada por Gilmore (primero el sistema mecánico, luego el sistema electrónico) fue la empresa QRS Music en el año 1999. Para ese entonces se estimaba que el sistema tendría un costo aproximado de $1000 USD, lo que suponía un problema, dado que tradicionalmente se supone que un pianista normal no necesita afinar su piano más de 2 veces por año, costando cada afinación un promedio de $100 USD. Sin embargo, nuestra idea en nuestra escuela implica que un piano debe ser afinar 1 vez al mes, al menos.
Por otra parte, los pianos de concierto necesitan ser afinados una o dos veces por día. He aquí supuestamente un perfecto mercado para la invención de Gilmore, pero existe aquí también otro problema. Para los pianos de concierto, si bien la afinación es importante, hay otros dos factores que a la vez son importantes e indispensables, los cuales son la regulación y la sonorización. El sistema de Gilmore solo ofrece una solución a la afinación, más no toma en cuenta los otros dos elementos que son de vital importancia. Es por esto que una vez más la labor del técnico vence a la tecnología de Gilmore.
Desafortunadamente, la empresa QRS no fue capaz de destinar tiempo y fondos necesarios para el desarrollo del invento, dejándolo estancado. Una vez que el contrato de cinco años venció, Don A. Gilmore decidió no renovar y continuar el proyecto por su cuenta. Desde ese entonces Gilmore ha trabajado por sí mismo en el desarrollo de su invento, dando de tiempo en tiempo noticias sobre sus avances, luego daremos a conocer sus últimos avances publicados este año 2015 y los planes que tiene para el lanzamiento del producto y también la posible fecha de salida al mercado.
Funcionamiento y situación actual
1. ¿Cómo funciona?
El sistema se activa cuando el usuario presiona el botón de encendido, localizado en la parte inferior derecha, justo debajo de las teclas. Luego de esto, las placas de circuitos individuales activan las bobinas magnéticas que mantienen simultáneamente todas las notas de las cuerdas del piano. Un sensor infrarrojo se encarga de medir la frecuencia de cada cuerda, o que tan rápido vibra, para que luego la computadora pueda comparar esa frecuencia con otra previamente grabada por un técnico profesional.
Si el tono necesita un ajuste, se envían corrientes eléctricas hacia las clavijas de afinación de cada cuerda, elevando su temperatura hasta un máximo de 95 grados. Esto se hace para que las cuerdas puedan expandirse, y como consecuencia bajar el tono. Por el contrario, no es posible enfriar las cuerdas para elevar el tono. Al escuchar sobre la aplicación de calor al piano podemos pensar que éste puede afectar la madera del piano, pero Gilmore ha explicado que esto es imposible dado que los efectos de la radiación infrarroja son tan diminutos, que en un área tan grande pierden su fuerza y por lo tanto dañar la madera es imposible.
Gilmore trata de mantener el funcionamiento del sistema lo más simple posible, llevándolo al punto de tan solo tener que presionar un botón para poder afinar un piano en menos de dos minutos. Esta sección que explica el funcionamiento del invento debe ser tomada como una idea general solamente dado que Don A. Gilmore ha hecho grandes cambios al sistema, tal como veremos luego, pero los conceptos principales se mantienen.
2. Situación actual del proyecto
Don A. Gilmore se pronunció por última vez sobre su proyecto en Enero de 2015, dando a conocer interesantes aspectos tanto de su vida como de su invento. Gilmore ha creado una nueva empresa Don Gilmore Services LLC, que llevará a cabo la construcción del nuevo prototipo. Aclaró también que luego de meses de experimentación ha logrado brindar al sistema nuevos avances y también está a la espera de una nueva patente.
De acuerdo a Gilmore, su sistema es ahora capaz de afinar las cuerdas sin siquiera tocarlas. Ha mejorado la adaptabilidad, por lo que es capaz de acoplarse a cualquier piano perfectamente. El sistema es ahora operado con un control remoto y con una precisión mínima de 0.03 céntimos. Aclaro que también hay una preocupación existente entre los coleccionistas de pianos, la cual es si la instalación podría afectar permanentemente al instrumento. La buena noticia es que se puede instalar el sistema y luego retirarlo y no habrá evidencia alguna de que estuvo instalado.
También comenta que el prototipo estará listo para Mayo de este año, donde mostrará su funcionamiento en video, pero esta vez profesionalmente grabado (a diferencia de la vez pasada, que dejó mucho que desear y no dejó apreciar el funcionamiento del sistema como debía ser). El lanzamiento del sistema de forma comercial podría darse en el año 2016, pero no especificó mes o fecha exacta. Otra buena noticia es que el sistema vendrá ahora con una afinación de fábrica, pero a la vez mantendrá la habilidad para grabar afinaciones hechas tanto por el propietario como por un técnico profesional.
Sin embargo la instalación del sistema puede tomar unas cuantas horas, sumado el proceso de prueba por el técnico. Por otra parte, el proceso de desinstalación puede llevarse ahora a cabo en menos de un minuto. Esto es todo lo que sabemos hasta ahora del invento de Gilmore, no ha detallado más sobre las mejoras al sistema ni tampoco abordó nada respecto al precio. Como recordamos el precio para el año 2002 se calculaba en unos $1000 USD, afortunadamente este precio se verá reducido dado que también el sistema, según su inventor, ha reducido significativamente su tamaño.
Pero aún tiene que afrontar la inserción al mercado, apuntando principalmente a los usuarios domésticos en lugar de los concertistas, puesto que el sistema no es capaz de tomar en cuenta la regulación y sonorización aún. Y para llegar efectivamente al mercado de los pianistas normales debe darse una baja significativa al precio, que puede ocurrir si se llega a producir el sistema en masa. Ahora solamente queda esperar nuevas noticias y prontamente el lanzamiento del video prometido por Gilmore.
UN SALUDO DESDE MÉXICO AL MAESTRO LANDOLFI SIEMPRE INTERESADO EN INFORMARNOS DE NOVEDADES A QUIENES SOMOS AFECTOS AL MARAVILLOSO INSTRUMENTO DEL PIANO
Gracias Carlos por sus generosas palabras. Aunque a este invento no lo veo viable y lo considero con muchas limitaciones, de cualquier modo es encomiable la invención y la idea que se encuentra detrás. Saludos.
A pedido del Profesor, copio el mensaje que le envié por correo electrónico acerca de mi opinión.
[ Asombroso invento, muy creativo. Tengo mis reservas sobre como afecta la temperatura al clavijero, y a las cuerdas.
Si cada vez que se deja de utilizar el piano hay que apagar el sistema, y encenderlo nuevamente. Para cuerdas que requieran un salto térmico de mas de 50ºC las dilataciones y contracciones generarían micro-fisuras en la estructura metálica de las cuerdas, y clavijas produciendo concentradores de tensiones, donde por efectos de fatiga se puede iniciar la rotura del material.
Así mismo sucedería con la madera del clavijero, si bien están fabricados con diversas capas de madera con el veteado a 90º para evitar deformaciones, las variaciones de temperatura generarían esfuerzos internos entre las capas, pudiendo debilitar el pegamento que las une.
Soy Ing. Mecánico y estas son las observaciones que vi considerando la escasa información que hay disponible.. ]
Gracias por tu comentario y por compartirlo aquí Jeremías.
Comparto plenamente tus apreciaciones y son completamente acertadas. Además de los efectos que puede tener sobre el piano en general el aumento y descenso diario de la temperatura, las cuerdas serán afectadas notablemente pueda tanta dilatación y contracción perjudicará sus cualidades sonoras y armónicas.
Por otro lado, aunque concedamos que el sistema funcione, no será capaz de generar más que una afinación computadorizada, con todas las limitaciones que eso tiene, cosa que he explicado en mi libro «Hacia una revalorización de la afinación aural de pianos». Saludos.