Pianistas: 7 estrategias para proteger las manos

A lo largo de los años, condiciones como la tendinitis han acabado con la carrera de muchos músicos; no obstante, existen un sinnúmero de ejercicios y estrategias para proteger las manos que pueden ayudar a prevenirla.

Y es que, cuando se es pianista, antes de culpar a cualquier condición o dolencia que nos impida tocar; primero debemos analizar si no estamos siendo nosotros mismos los que poco a poco nos empujamos hacia el retiro prematuro.

El cuidado de las manos en un pianista debe ser una de las prioridades de mayor peso. Después de todo, no es el piano el que hace al pianista; sino sus manos y conocimientos.

Por esa razón, hoy quiero hablar de 7 ejercicios y/o estrategias para proteger las manos no solo del pianista; sino del músico en general.

Adóptalas como parte de tu rutina diaria y así prolongarás las capacidades motrices que te permiten crear música a través de tu instrumento preferido.

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Comprendiendo la anatomía de la mano del pianista

En esta breve sección quiero destacar que, como pianistas, la percepción que tenemos hacia nuestras manos no puede ser la misma que el resto de las personas le dan.

Unas manos bien cuidadas, y una práctica constante, nos pueden permitir lograr proezas como la del maestro Gyorgy Cziffra en este video donde toca para la cámara el Gran Galope Cromático.

Y es que, para poder lograr a tal punto de destreza; se debe ser consiente de todos los músculos y factores que juegan un papel crucial en las manos del pianista a la hora de tocar.

Por eso, lo primero es tomar conciencia de lo siguiente:

Las muñecas al momento de tocar piano nunca deben moverse o rotarse con el objetivo de llegar a una tecla. Cuando hablamos de la anatomía de la mano del pianista; las muñecas son prácticamente un punto inmóvil. Forzarnos a llegar a ciertas teclas moviendo las muñecas es una mala práctica que desde ya se debe eliminar.

Los dedos largos no nacen, se hacen. Por supuesto que la genética puede jugar un papel muy importante y, gracias a unos dedos largos de nacimiento; el poder llegar a ciertas teclas se hará más fácil.

No obstante, es la práctica y el constante ejercicio lo que causa que los dedos de las manos se alarguen. Es una cuestión de evolución y adaptación que se da con los años. Por esa razón, no permitas que nadie te ponga una limitante diciendo que no tienes manos de pianista.

La postura de la espalda y codos, aunque no tiene que ver directamente con las manos; sí que influyen en el desempeño de la anatomía del pianista.

Una postura correcta puede ayudar a prevenir el infame codo de tenista y también el codo de golfista.

Así que, si aún no has tomado conciencia del resto de tu postura al momento de practicar delante del piano; lentamente te estás condenando a un retiro prematuro. Corrige desde ya tu postura; es crucial para la buena anatomía del pianista.

Esto quiere decir espalda recta, tanto los brazos como las piernas deben formar un ángulo de 90° y; por norma general, siempre debes sentarte en la punta del taburete.

Tipos de lesiones en las manos que puede presentar un pianista

Aunque las lesiones que puede sufrir un pianista varían de una zona del cuerpo al otro; sin duda las manos son las más propensas a sufrir algún malestar debido al constante estrés que se someten los músculos, coyunturas y huesos.

Esta lista de posibles lesiones está aquí con el fin de informar y de crear un poco más de conciencia. Saber a qué nos enfrentamos es el primer paso a tomar antes de poder lidiar con el problema.

  • Epitrocleitis, mejor conocido como codo de golfista, esta lesión es provocada por movimientos repetitivos que se suele hacer como la pronación del antebrazo o muñeca, y la flexión del codo.
  • Epicondilitis, es la lesión que se conoce como codo de tenista, y suele aparecer cuando hay movimientos repetitivos de extensión de la muñeca y supinación del antebrazo.
  • Tendinitis de De Quervain, es una lesión en los tendones que ocupan el primer compartimento extensor de la mano, abductor largo y extensor corto del pulgar.
  • Túnel carpiano, una de las lesiones más comunes entre músicos, pero también una de las más dolorosas; de acuerdo con la página Medlineplus el túnel carpiano es una afección en la cual existe una presión excesiva en el nervio mediano. Este es el nervio en la muñeca que permite la sensibilidad y el movimiento a partes de la mano. El síndrome del túnel carpiano puede provocar entumecimiento, hormigueo, debilidad, o daño muscular en la mano y dedos.

Ahora bien, ya que hemos hablado de los riesgos y posibles condiciones adversas que se pueden desarrollar; es hora de listar las 7 estrategias para proteger las manos más efectivas para los pianistas.

7 estrategias para proteger las manos si eres pianista

1. Calienta antes de tocar el piano o cualquier instrumento

Como si se tratara de un deporte, es necesario calentar las manos antes de empezar a practicar el piano; esto ayudará a que los tendones y nervios se aflojen y estén más suaves.

Recuerda que cuando utilizamos las manos ya sea para tocar el piano o para realizar cualquier otra actividad; los tendones que tenemos en los dedos y a lo largo del brazo hacen fuerza para que pueda haber una movilidad.

Cuando estos no están en una buena posición o no están lo suficientemente relajados puede ocurrir una lesión o peor aún un desgarro. Esto aplica para prácticamente cualquier músculo humano.

Existen algunos ejercicios fáciles que puedes hacer para ayudar a que tus manos se relajen y estén listas antes de empezar a tocar el piano. ¡Haz estos ejercicios de pie!

Separación de los dedos

Esta separación puede dividirse en tres fases: sencilla, con resistencia al cierre y con resistencia a la apertura de los dedos.

La versión más básica es estirar los dedos de las manos mientras los mantenemos todos juntos para luego separarlos lo más que se pueda.

Este movimiento debe realizarse de 15 a 25 veces y a una velocidad moderada por 3 series. Entre cada serie de estiramiento debe existir un período de descanso de las manos de al menos 30 segundos.

A su vez, la reparación de dedos con resistencia a la apertura consiste en utilizar ligas, gomas o incluso equipo especial para rehabilitación de la mano. Esto con el fin de aplicar una fuerza externa y antagonista que nos impida separar los dedos con total libertad.

Hacer esto es de gran utilidad para que nuestras manos sean capaces de soportar las sesiones de estrés a las que estarán sometidas mientras tocamos. Ganarás resistencia.

Por último, el ejercicio con resistencia al cierre puede realizarse con la ayuda de pelotas para rehabilitación.

Estas pelotas cuya finalidad es oponer una resistencia a la hora de intentar cerrar el puño; pueden conseguirse en tamaños variados. Lo ideal es utilizarlas para colocar tres entre dedo y dedo de la mano; salvo por el pulgar e índice.

Una vez que las hayas acomodado, el ejercicio consiste en intentar juntar los dedos para formar la posición inicial que se muestra en la primera fotografía de esta sección.

Otros ejercicios de calentamiento antes de tocar

Ejercicios como la separación del pulgar, la aproximación del pulgar y estiramiento de los flexores de la muñeca y cuello; todos son necesarios de realizar y forman parte de las 7 estrategias para proteger las manos de un pianista.

Incluso el estiramiento de los isquiotibiales es en extremo importante, puede que no esté ligado a las manos; pero sí a la anatomía del pianista.

Ten en cuenta que, si sientes dolor al realizar estos ejercicios puede que tengas una lesión.

Es normal sentir presión, cansancio y calentamiento de los músculos, articulaciones y tendones; pero el dolor ya es algo que sí debes analizar a nivel médico. En especial si es constante o si aparece durante la práctica a pesar de haber realizado los ejercicios.

2. Elimina el uso de accesorios

Esta estrategia, aunque es simple; muchas veces resulta difícil de ejecutar, en especial cuando hemos desarrollado una cierta dependencia emocional hacia algún objeto que por lo general llevamos en nuestra muñeca o dedos.

Primero que nada, los anillos de matrimonio simples, así como los relojes de pulsera livianos no representan un problema llevarlos si ya forman parte de tu día a día y ha sido así por años.

No obstante, a la hora de tocar el instrumento; accesorios como pulseras, relojes e incluso anillos; todos es mejor removerlos para tener una mayor libertad y evitar una posible lesión.

Muchas personas sienten el peso del reloj al caminar. Si ese es tu caso; entonces deberías dejar de utilizar ese reloj.

Por otra parte, las pulseras brillantes o que emiten sonido al ser agitadas también debes removerlas; no siempre si hay mucho apego emocional, pero sí a la hora de tocar.

El sonido te distraerá, el reflejo de la luz puede causar una pérdida total de la concentración o coordinación en un momento crucial y; este tipo de accesorios suelen quedarse enganchados a veces. Por ello es mejor dejar de utilizarlos.

3. La posición de tu mano importa

Una de las primeras cosas que los profesores de piano enseñan es la posición de las manos a la hora de tocar el piano; esto para evitar cualquier lesión a largo plazo.

Mientras más relajada esté la mano mejor movilidad tendrá y así evitarás tener alguna lesión que imposibilite el movimiento.

¡No arquees las manos!

Este es el primer error, cuando arqueas a mano:

  • No tienes la misma movilidad que puedes tener con una mano relajada
  • Creas tensión en tu muñeca y en la ante palma, lo que puede causar problemas del túnel carpiano

Estas son algunas referencias de cómo debes posicionar tus manos a la hora de tocar el piano:

4. Mantén tus manos limpias

La higiene de las manos de un pianista involucra tanto el cuidado de los dedos como el tratamiento de las uñas.

No utilices las uñas largas, esto puede entorpecer el desempeño frente al instrumento al momento de tocar. A su vez; también puede ser causante de lesiones debido a la rapidez con la que a veces se deben cruzar las manos.

El esmalte tampoco es recomendable. Similar al uso de los accesorios brillantes; la apariencia acrílica del esmalte de uñas puede causar reflexión de la luz que entorpecerá tu vista y, en algunos casos; alterar tu perspectiva de la distancia entre tus dedos y las teclas.

5. Evita recibir golpes en el reverso de la mano

Aunque la mayoría de las personas no lo toman en cuenta; para un pianista el reverso de la mano debe ser un lugar del cuerpo a cuidar y respetar con mucha diligencia.

Este tipo de golpes pueden ocurrir al levantar un mueble pesado, cuando alguien o nosotros mismos nos aplastamos con alguna puerta o al intentar levantar algo que cayó debajo de una mesa.

Como pianista siempre debes tener en consideración esta parte de tu cuerpo y protegerla de posibles impactos; puesto que los huesos de esa zona afectan directamente al movimiento de los dedos de las manos.

Al ser una zona con poca grasa, no hacen falta golpes realmente fuertes para causar un daño severo a un pianista.

6. Utiliza guantes

Los guantes son parte de la indumentaria del pianista; no por vanidad, sino porque ayudan en gran medida a proteger las manos desde todos los ángulos posibles.

Durante el invierno o para hacer ciertos trabajos en casa; lo mejor es utilizar guantes que eviten que te raspes las yemas de los dedos o que sufras un fuerte impacto en el reverso de la mano.

En algunos casos, los guantes pueden ayudarte a tener un mejor manejo y/o desplazamiento sobre las teclas del piano.

Algunas personas suelen aplicar talco a las yemas de los guantes antes de tocar para reducir así la fricción con las teclas.

Pero en líneas generales, una de las más atractivas estrategias para proteger las manos de un pianista es llevar guantes a esos lugares donde sabes que habrá tropiezos y riesgo de golpes menores.

7. Realizar ejercicios con toallas calientes

Los ejercicios con toallas calientes es algo que practican mucho las personas que están en rehabilitación luego de una operación de túnel carpiano, implante de dedo o unión de tendones.

Para ello deberás sumergir una toalla de tamaño individual en agua caliente (no debe estar hirviendo) y luego sacar la toalla.

Una vez tienes la toalla en las manos, el resto de la rutina de ejercicios es prácticamente libre. Exprimir la toalla, envolver tus manos en ella o deslizarla entre tus dedos; todo lo que haga trabajar tus tendones y dedos flojos como el meñique y anular servirá.

El agua caliente ayuda a mejorar la circulación y promueve la elasticidad. Con estos ejercicios calientes notarás cómo podrás mantener sesiones de prácticas más intensas y largas. Todo sin sentir ningún resentimiento en las manos.

Y tú, ¿en tu experiencia como pianista has desarrollado alguna técnica particular que te permita mejorar tu desempeño?

Si es así compártela en los comentarios. Me encantaría conocer tu opinión.

Sobre el autor: Prof. Hugo Landolfi

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  1. excelente la eleccion de videos (cziffra y beresovky), a su vez como la enumeracion de problemas y posibles soluciones a los mismos. lamentablemente esto es un tema menospreciado por muchos maestros, terminando en problemas serios de sus alumnos.

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